Llegan los 60's y con ellos traen una etapa, que para muchos es difícil de asumir, la jubilación. Puede ser una situación llena de dudas, sentimientos de inutilidad, incertidumbre, depresión, etc. Pero ojo, me estoy refiriendo a un "PUEDE SER" porque todo depende de cómo la persona se prepare mentalmente para ello, pero primero veamos el posible lado amargo que puede tomar esta nueva etapa.
Al jubilarse, se puede tomar una persperctiva fatalista, como si se tratara del final de todo, no más proyectos, trabajo, independencia, amigos, diversión, etc. Se podrán ver como personas aburridas, monótonas, dependientes; dejarán que esto afecte su salud, autoestima, su vida en general, aunque bueno, para ese tipo de personas la vida después de la jubilación, no es vida.
Quizás sea mejor que las personas tomen en consideración un punto de vista un poco más optimista, trae algunos beneficios claro, para empezar podrían sentirse más felices, realizados, satisfechos con tantos años dedicados a sus fantásticas profesiones, privilegiados por no tener que trabajar más y
tener tiempo libre para dedicarle a algún pasatiempo o talento, hacer actividad física, retomar proyectos postergados o plantearse nuevos retos, adquirir nuevos conocimientos o habilidades, viajar, fortaleces más lazos con la familia y amigos y mucha otras cosas más.
¿En serio después de tantos años trabajando duro, despertando muy temprano por la mañana, lidiando con el tráfico a diario, etc. deberían sentirse tristes por tanto tiempo libre que les queda? Probablemente en un principio sea algo complicado de adaptarse pero esto es cuestión de voluntad, uno no deja de ser útil, inteligente, activo, divertido cuando se jubila; no es que la jubilación sea la kryptonita que se lleve nuestros "poderes", es simplemente una etapa más para honrar la vida.


